Sorpresas explosivas y la auténtica historia de un lápiz

Oh!! Pepis y Padel intentan quitarse la telarañas con tres entradas de carrerilla, que picaruelos. Muy enternecedor el relato de la cuchara solitaria, aunque tengo entendido que está basado en hechos reales que habeis "maquillado" para no levantar sospechas.
En realidad se trata de la historia de un lápiz solitario que se sentía abandonado desde que su dueño se pasaba día y noche obsesionado con la idea de poder pintar, pero no usando el lápiz, no;.... si no con la brocha gorda (y con la parte sin pelos encima).

Así que el lápiz, despechado, juró no ayudar más a su amo, llegando de ese modo el día en que se acabaron los lienzos que pintar con brocha gorda, y el lápiz volvió a verse la cara con el papel en blanco. Pero aun no había perdonado, y no cedía ni un poquito de su negrura que convirtiese los espasmódicos mivimientos de su señor en elegantes trazos (como si se tratase de un 9H o así), dando como resultado horribles dibujos.

Y ese fue el fin de la relación del lapicero con su señor. El lápiz buscó trabajo en el estudio de un arquitecto y Pepis se pasó a pintar con el ArtRage mientras Pablo escribía tontunas.