Desengaño culinario

Erase una vez una cuchara, la cual sintió un profundo deseo carnal durante un exótico 2º plato, de un suculento y tierno entrecot. No era un entrecot cualquiera, iba vestido con una elegante salsa de setas, y unos complementos realmente acertados, patatas panadera y una ensalada llena de colorido y glamour.
Su pasión era intensa pero su inseguridad no le permitía dar el paso definitivo. Entonces decidió pedir consejo a su compañero de protocolo el cuchillo. Este, sin dudarlo un instante, le dijo que se lanzara, "¿quién sabe si mañana toca higados?".
Decidida, la cuchara se apresuró apresentarse ante el cacho de carne.
Pero....su sueño se convirtió en pesadilla en el momento en que vió como un estirado y brillante tenedor de cuatro puntas, penetraba sin tregua las carnes de su Dulcinea, con el agravante de que su colega el cuchillo estaba cooperando en la operación.
Que jodida es la soledad de una cuchara en un segundo plato, solo pilla cacho cuando vienen las legumbres....
Firmado: testigo presencial, la copa de vino.